** NOTAS CONCIERTO Lunes 03.11.2008 **

La ovación continúo, esto durante su primer concierto en el Auditorio Nacional la noche del lunes, lugar que dijo pisar con orgullo ahora que cumple 15 años de carrera.

“He tenido la oportunidad de cantar dos tipos de música diferente, que ustedes y gracias a ustedes, me han dado el permiso de poder explorar el pop y el ranchero, con la música mexicana.

“¡Y me voy a morir como cantante de música mexicana! Me siento muy orgulloso de cantarla en el extranjero donde me abren las puertas, donde disfrutan de nuestra música y cultura, como si estuviéramos en México. Eso es divino y no hay con qué pagarlo”, manifestó “El Potrillo” quien, como es costumbre, desde que apareció en el escenario a las 20:46 horas provocó todo tipo de expresiones por parte de las mujeres presentes.

“¿Desde aquí sí le llegaría mi bra?”, preguntó una fan a su amiga. “¡Chiquito sabroso!”, gritó una señora, quien acompañada por dos más, parecían dos adolescentes al borde de la locura ante la presencia de su estrella que portaba el típico pantalón apretado, el cual provocó otro tipo de piropos más picosos.

A Manos Llenas, No se me Hace Fácil, Canta Corazón, Mátalas, Loco, Que Seas muy Feliz y Nube Viajera fueron algunos de los temas que interpretó, además de Ella y El Rey, de José Alfredo Jiménez, y Ya lo Sé que tú te Vas, de Juan Gabriel. Cabe señalar que desde que cantó México Lindo y Querido, alrededor de las 21:43 horas, el público se mantuvo de pie hasta el final (23:08).

Los asistentes se desbordaron en felicidad, pero también en nostalgia y tristeza, como fue el caso de una joven que acompañada por una amiga desbordó en lágrimas a pesar de que parecía evitarlas, justo cuando muchos coreaban Qué Lástima, Me Dediqué a Perderte y Abrázame, como si se tratara de un “adiós” a un ser amado o el “deseo que no te vayas”.

Organización Editorial Mexicana
5 de noviembre de 2008
Ricardo Hernandez

Ciudad de México.- Una vez más, Alejandro Fernández demostró que su carrera sigue en pleno crecimiento, pues a 15 años de haber iniciado su trayectoria artística prosigue la celebración con su gira internacional Viento a Favor, que lo trajo de regreso al Auditorio Nacional, escenario donde ya se había presentado durante el pasado mes de febrero, como parte de su gira internacional.

"El Potrillo" deleitó a su público, conformado en su mayoría por bellas mujeres, que lo aplaudieron durante las dos horas con 20 minutos que tuvo de duración el show, que incluyó un variado repertorio que pasó del pop a la música bravía y por algunos de sus éxitos, con arreglos muy latinos.

El cantante mexicano contó con la presencia de bailarines y coristas, así como de su grupo musical y del mariachi Real de México, para aparecer minutos antes de las 21:00 horas ataviado con un pantalón negro tipo smoking, zapatos negros de charol, camisa blanca, corbata oscura y un saco a cuadros de color rojo y negro, dejando atrás el horroroso "look" de su aparición anterior en el coloso de Reforma, donde exageró al tratar de lucir muy fashion.

Con unos kilitos menos, a comparación de hace unos meses, Alejandro saludó a su público luego de interpretar A Manos Llenas y ¿Qué voy a Hacer con mi Amor? (que sirvió de tema central de la novela La Esposa Virgen), prometiendo que los asistentes disfrutarían de una maravillosa noche.

Durante la interpretación de Rompecabezas, la gente se puso de pie para aplaudir al intérprete, que con una gran sonrisa de satisfacción prosiguió su actuación con Canta Corazón, Qué Lástima y Me Dediqué a Perderte (con arreglos muy bailables), dando paso a su éxito Abrázame y Se va el Amor.

Por breves minutos, Fernández desapareció del escenario para hacer un cambio de ropa, mientras que en las tres pantallas, dos a los costados y una tras el escenario se dejaba apreciar una bandera de México ondeando, aunado a que los integrantes del mariachi se colocaron en formación tipo militar para recibir al cantante, que lució un elegante traje charro de color azul con botonadura dorada y moño rojo, para de inmediato interpretar un popurrí muy mexicano que incluyó temas como Guadalajara, Ay Jalisco no te Rajes y México Lindo y Querido, que en su momento hiciera famosos el desaparecido Jorge Negrete.

"En estos 15 años de carrera me he desarrollado en el pop y la música ranchera y me voy a morir así, y gracias a ustedes soy como un embajador de la música mexicana", expresó Alejandro, tras lo que dedicó el tema Mátalas, para dar paso a Te Juro que no. Desde luego, José Alfredo Jiménez no podía ser excluido del repertorio de "El Potrillo", por lo que se pudieron escuchar las letras de Ella, Sí nos Dejan y El Rey.

"¿Cómo la están pasando", preguntó Alejandro, recibiendo una gran ovación a manera de respuesta y también preguntó qué porcentaje de mujeres había, por lo que recibió una oleada de piropos de parte del sector femenino, al que regaló la interpretación de Cascos Ligeros, Niña Amada mía y Como Quien Pierde una Estrella.

Alejandro realizó de nuevo un cambio de ropa, ahora con pantalón de piel negra y camisa del mismo color para cerrar su actuación con temas como: Amor Gitano (tema de la telenovela Zorro), Sin Tantita Pena, La Diferencia (de Juan Gabriel), Te Sigo Amando, recibiendo una tanga de una fans, aclarando que la misma estaba nueva, retirándose, pero volviendo casi de inmediato con un abrigo negro para interpretar Si tu Supieras, Ven Junto a mí, No (de Armando Manzanero) y Sueño Contigo.

La Prensa
4 de noviembre de 2008

El cantante mexicano, Alejandro Fernández, una de las figuras más representativas de la música vernácula, hizo vibrar a cerca de 10,000 personas en el primer concierto de siete que ofrecerá en esta ciudad, como parte de su gira internacional "Viento a Favor".

"El Potrillo", como también se le conoce, dejó satisfecho a su público, integrado en su mayoría por mujeres, al hacer gala de su talento e interpretar con esmero cerca de 40 temas en las dos horas que duró el recital.

Aunque en su semblante fueron notorios los rasgos de cansancio, pues hace meses que realiza su tour por más de 20 países, el artista dio el 100 por ciento de su capacidad y con el alcance de su voz logró sorprender incluso a quienes asistieron sólo por acompañar a algún fanático.

La velada en el Auditorio Nacional de la capital mexicana inició a las 21:00 horas con "A Manos Llenas" y "¿Qué voy a Hacer con mi Amor?", acompañado de su grupo musical integrado por ocho músicos, bailarines y coristas.

Vestido con camisa blanca, corbata y pantalón negro, así como saco a cuadros en colores rojo, azul y blanco, dedicó a sus seguidores cada una de las canciones de su repertorio, como muestra de agradecimiento por el apoyo brindado en 15 años de carrera.

"¿Cómo está México?, ¿cómo está el Auditorio? Es un placer volver a este escenario; vamos a disfrutar de esta noche, así que hay que olvidarse de los problemas y a cantar hasta que ustedes quieran", expresó Fernández.

El dominio escénico del cantante, que alternaba las letras de sus canciones con rítmicos y sensuales movimientos, fue apreciado por su gente que no perdió detalle, gracias a las dos pantallas gigantes que se colocaron a los costados del templete.

"No se me Hace Fácil", "Te voy a Perder", "Canta Corazón", "Eres", "Qué Lástima", "Me Dediqué a Perderte", "Abrázame" y "Se va el Amor" continuaron en la lista de éxitos que entregó para después cambiar su atuendo por un tradicional traje de charro que ciñó en su figura atlética.

Aunque lejos del escenario, pero muy cerca gracias al uso de binoculares y teléfonos celulares, el respetable, integrado por personas adultas, jóvenes y niños, se emocionó de principio a fin ante su ídolo, quien hizo hincapié en que gracias a ellos se ha convertido en un digno representante de la música mexicana en otras naciones.

Mencionó que también ha tenido la oportunidad de sobresalir en el género de la balada, pero aseguró: "me voy a morir cantando música mexicana. Es bonito recibir todo su cariño y no hallo con qué pagarles, los quiero mucho", resaltó luego de interpretar un popurrí mexicano.

Alejandro Fernández, quien lució una cabellera entrecana, mantuvo de pie a su público con temas como "Mátalas", "Loco", "Si he Sabido Amor" y "Que Seas muy Feliz", para luego entonar popurríes con los cuales rindió homenaje a los cantautores José Alfredo Jiménez (1925-1973) y Juan Gabriel, pero faltó el que siempre le ofrece a su padre, Vicente Fernández.

Con mariachi y dedicada a todas las damas, presentó "A la Mujer" y luego "Nube Viajera", "Cascos Ligeros", "Niña Amada mía", "Simplemente Nadie" y uno de sus mayores éxitos, "Como Quien Pierde una Estrella", coreada por quienes invirtieron sus ahorros en boletos de 200 hasta 1,300 pesos en la zona preferente.

Luciendo ahora un pantalón de cuero y camisa negra, puso a consideración "El Ldo Oscuro" y "Amor Gitano", a dueto con una de sus coristas que fue besada en la boca por el artista como parte del show.

Luego de advertir la conclusión del concierto con el encore, "El Potrillo ya se va", regresó al templete con "Tantita Pena", "Si tú Supieras" y "Yo no sé Olvidar", que se distinguieron por los nuevos arreglos musicales.

En un concierto lleno de emotividad, Alejandro Fernández demostró una vez más que es una de las voces que México más quiere. Entre gritos y grandes expectativas El Potrillo apareció vestido de saco escocés, pantalones negros y corbata cantando “¿Qué voy hacer sin tu amor?”, por supuesto, los coros de la gente se hicieron notar de principio a fin.

El cantante se dio un espacio para agradecer todo su apoyo en 15 años de carrera:“es para mí un orgullo pisar nuevamente este escenario tan importante, vamos a olvidarnos de todo para pasar una noche increíble, recuerden que los que ponen el ambiente son ustedes”, con esto dio entrada a una serie de baladas de su nueva producción “Viento a Favor” como ”No se me hace fácil” y “Te voy a perder”.

El público se mostró emocionado cuando Fernández interpretó ‘Me dediqué a perderte, al que le puso un sabor de cumbia muy peculiar que junto a los coros hicieron que todo el Auditorio Nacional no dejara de bailar.

Después de nueve baladas y un solo de trompeta, el escenario se vistió de mariachi con la bandera de México iluminando las pantallas y los coristas haciendo introducción con canciones vernáculas para dar inicio a la parte mexicana del show.

El hijo de Vicente Fernández vestido con su muy característico traje de charro, muy sexy por cierto, salió gritando a todo pulmón “¡Guadalajara, Guadalajara, tóquenle bonito muchachos!”.

“México lindo y querido”, entre otras, fue una de las canciones que al interpretarla junto con sus fans no se podía evitar sentir la emoción y con esto invitó al público a ponerse de pie: “el que no se pare, no es mexicano”.

Alejandro aprovechó para agradecer de nuevo el dejarlo ser el embajador de nuestra música mexicana y entre canciones como “El Rey”, “Loco”, “Me cansé de rogarle”, “Niña, amada mía”, “Nube viajera” y “Como quien pierde una estrella”, consiguiendo que todo el público se entregara haciendo de ésta una noche muy especial.

En la tercera parte del espectáculo, El Potrillo siguió deleitando con su gran voz interpretando “El lado oscuro del amor”, “Amor Gitano”, “Sin tantita pena”, “Si tú te vas”, despidiéndose así con el tema “Te sigo amando”. Sin embargo, el público no lo dejó ir y regresó para cantar “Si tú supieras”, “No sé olvidar” y “No”; cerrando esta romántica y mexicana noche con “Sueño contigo”.

Este es el primero de cuatro conciertos que Alejandro Fernández ofrecerá en el Coloso de Reforma los días 3, 4, 8 y 9 de noviembre.

No cabe duda que El Potrillo es dueño de un indiscutible talento, interpretando más de 30 canciones y con un staff de 25 personas en el escenario podemos afirmar que definitivamente no canta nada mal las rancheras.